José Criollo y su familia pueden hoy respirar más tranquilos. Hace cuatro años de su accidente tan trágico que resulto paralizado de la cintura para abajo y en silla de ruedas. El pasado 22 de enero la firma de abogados Ginarte logró sellar un acuerdo por más de ocho millones de dólares en su caso contra la contratista de construcción, Clark Developers.
El 15 de noviembre de 2013, empezó como un día normal para José, pero terminó siendo el más fatídico de su vida. Se encontraba trabajando en una torre de andamio en un edificio en el condado de Essex en Nueva Jersey, cuando de repente polvo y restos de escombros cayeron en sus ojos, provocando que diera un paso en falso hacia atrás y se fuera de espaldas al pavimento. El resultado de la caída se tradujo en dos vértebras fracturadas en la columna y una lesión total de la médula espinal que ameritaron una cirugía de emergencia y terminaron dejándolo parapléjico con solo 46 años de edad. Al transcurrir los días, todo se hizo aún más difícil. Estuvo varias semanas hospitalizado y cuatro meses en un centro de rehabilitación.
Desgraciadamente para José, la obra manejada por Clark Developers no cumplía con los estándares mínimos aceptables de seguridad para los trabajadores. Adicionalmente la compañía fallo en tener un plan de prevención de accidentes, entrenar a los obreros apropiadamente y requerir que el personal usará protección contra las caídas requeridas por la organización de inspecciones de rigor con la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA por sus siglas en inglés), agencia del Departamento de Trabajo de los Estados Unidos. De hecho, la torre de andamio sobre la que trabajaba José cuando cayó no tenía las barandas de seguridad correspondientes ni escalera de acceso y le faltaban tablones en la base.
“Es lamentable que porque una empresa no haya tomado las medidas de prevención adecuadas en una obra de construcción una persona haya tenido que sufrir de esta manera y quedar parapléjica. Era un accidente que podía evitarse”, comentan John Ratkowitz, abogado de la firma Ginarte que lucharon el caso. “Ha sido un proceso legal largo, pero ha valido la pena. Si bien no podemos devolverle la movilidad de sus piernas, si hemos podido ayudarlo a tener la tranquilidad de que podrá continuar ofreciendo un futuro a su familia. Estamos muy satisfechos de que hemos logrado obtener justicia para José”.