La negligencia médica ocurre cuando un proveedor de cuidado de salud desvía de las normas de tratamiento aceptadas de la práctica comunidad médica. En esencia, la atención recibida no cumple con el nivel requerido de atención que debería haber sido propuesta por el profesional de la medicina, lo que resulta en lesiones personales o incluso la muerte del paciente.

Los estándares utilizados para juzgar si un profesional de salud ha prestado atención adecuada varía según la comunidad, jurisdicción o incluso según el país. A veces, una práctica determinada se considerada aceptable en una región de un país o jurisdicción, pero no se ha adoptado en otros lugares.

Las partes que suelen participar en estos tipo de casos incluyen el demandante (la persona lesionada) o un representante de la persona lesionada (es decir, el ejecutor de un patrimonio) cuando la negligencia subyacente resulta en la muerte de la persona, así como los proveedores de atención médica, significando el hospital o centro donde se proporcionó la atención médica, el médico que prestó la atención, y cualquier enfermera que pudo haber contribuido a la lesión.

Los casos de negligencia médica debería ser iniciada por la opinión acompañante, que declara que hay mérito a la reclamación. Un obstáculo importante en las reclamaciónes por negligencia médica, sin embargo, es demostrar que había una desviación real de un estándar de cuidado porque la comunidad médica está repleta de médicos que hacen su propia «opinión» sobre lo que el nivel requerido de atención debería haber sido. En términos sencillos, los médicos dan su opiniónes en  qué procedimientos o tratamiento se debería haber hecho basado en un conjunto de hechos acerca los síntomas de una persona, y puesto que no hay una «línea brillante» regla sobre qué tipos de procedimientos o tratamientos se debe dar (por lo tanto por qué se llama «opinión» de un médico), lo que demuestra una desviación de la norma es difícil.

La decisión recientemente entregado bajo Goodrow v. Sarmaroy es un ejemplo de esta dificultad. El demandante en Goodrow se sometió a diversos procedimientos, incluyendo la eliminación de la vesícula biliar en 2010. Se alega que el doctor Sarmaroy se desvió de las normas aceptadas de la atención médica cuando pellizco o corto el conducto hepático y después no pudo descubrir el error y síntomas relacionados. El conducto hepático drena la bilis del hígado a los intestinos, una función importante para mantener la salud del hígado y digestivo.

El demandante se trasladó para el juicio sumario; mientras que la demandante demostró que puede haber habido desviaciones de la norma de cuidado, doctor Sarmaroy ofreció pruebas suficientes, en forma de dictámenes los hechos, para demostrar que hizo un esfuerzo razonable para evitar lesiones en el conducto hepático, de este modo rechazando con el moción de sentencia sumaria del demandante.

Claramente, los médicos pueden diferir sobre qué tipos de tratamientos deben ser prescritos a los pacientes, incluso cuando se les da el mismo conjunto de hechos. Esta es la razón por casos de negligencia médica son difíciles de ganar y podría llegar a costar una gran cantidad de enjuiciar y defender una vez que las partes conservan expertos que dedicar tiempo a revisar el archivo, la representación de informes y declaraciones juradas y también testificar en la corte. La clave es considerar cuidadosamente los hechos de un caso antes de instituir un juego de la ley para asegurar que no son claras desviaciones de la norma pertinente de la atención (que por lo general requiere conocimientos médicos para empezar) para determinar si el caso merece la pena seguir.

Claramente, los médicos pueden diferir sobre qué tipos de tratamientos deben ser prescritos a los pacientes, incluso cuando se les da el mismo conjunto de hechos. Esta es la razón por que casos de negligencia médica son difíciles de ganar y podría llegar a costar una gran cantidad para procesarse y defender una vez que las partes conservan expertos que dedican tiempo a revisar el archivo, haciendo informes y declaraciones juradas y también testificando en la corte. La clave es considerar cuidadosamente los hechos de un caso antes de instituir una demanda para asegurar que hay claras desviaciones de la norma pertinente de la atención médica (que por lo general requiere conocimientos médicos para empezar) para determinar si el caso merece la pena seguir.

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