Mi nombre es Ramon Ortiz, soy de Guatemala, tengo 41 años y el pasado 6 de diciembre sufri un accidente, el cual ha dado un vuelco total a mi vida. Cuatro fracturas en la cabeza, otra debajo del ojo izquierdo, un disco roto en el cuello, constantes mareos, e intensos dolores de cabeza son el resultado de la infortunada caída que tuve desde un andamio sin seguridad a cinco pies de altura.
Desde finales del 2014, trabajaba la jornada completa de lunes a viernes, haciendo un poco de todo. El día del accidente, mi supervisor, quien además es mi primo, me pidió que cambiara la escalera que estaba utilizando por el andamio para terminar el trabajo más rápido. Un paso en falso y mi vida cambió para siempre.
Permanecí desmayado por 15 minutos y cuando recuperé el conocimiento y pedí ser trasladado a un hospital me pidieron que esperara a mi jefe, quien se apareció 40 minutos después y me llevó al centro más cercano, donde no contaban con los equipos los equipos médicos adecuados para atenderme. De allí, me trasladaron a otro hospital donde me informaron sobre mi estado.
Sin saber claramente qué hacer en mi situación, vi en televisión la asistencia legal que ofrece la firma de abogados Ginarte y llamé inmediatamente. Me sorprendió la efectividad del servicio, ya que el mismo día un representante de la firma me visitó y me dijo: “estamos aquí para ayudarte”. Esa frase significó un gran alivio para mí.
Ya el pasado mes de Enero Ginarte entablo la demanda por la falta de protección adecuada para proteger la seguridad de trabajadores como yo. Mientras mi caso sigue su curso legal, yo me enfoco en mi recuperacion. Gracias a Dios no he tenido que preocuparme por nada. Ginarte ha hecho todas las citas médicas y ha solicitado la compensación del trabajador para que todas mis facturas médicas sean pagas.
El drástico cambio en mi vida lo sufro día a día. Intensos dolores de cabeza, cuello, hombros y espalda me dificulta realizar actividades comunes para una persona como lo son caminar, conducir, o leer. Sin embargo, si bien las secuelas y mi futuro son ahora mismo una incógnita, lo que sí tengo claro es la importancia de tener paciencia, fe y mantener un estado de mente positivo.Sé que tengo a la mejor firma de abogados luchando por mi. Su atención ha sido muy personalizada y a la vez muy profesional.
Conozco a personas que tienen miedo de contactar a abogados por no tener los documentos de inmigración en regla, pero esto no debería detenerlos para obtener la representación legal que necesitan. Les recomiendo que hagan lo mismo que yo. Confío en Dios, los médicos y en Ginarte.